Margarita Quesada "Pintura": Otras pinturas

lunes, 10 de diciembre de 2012

Otras pinturas

Propiedad de Luis Chacón

propiedad de Luis Chacón

propiedad de Emilio Quirós

flores propiedad de Carlos Ramírez

propiedad de Carlos Ramírez

propiedad liceo

virgen de los juguetes, propiedad de Efraín Hernández

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Margarita Quesada Schmith, Pintura

Margarita Quesada Schmith (nieta de emigrantes alemanes por parte materna) fue una de las más importantes acuarelistas de Costa Rica en la segunda mitad del Siglo XX, murió en 2001 en su ciudad natal Paraíso, donde nació en 1915.

A los treinta y cuatro años, decidió ingresar a la Escuela Nacional de Bellas Artes, en las inmediaciones de lo que hoy es la Corte Suprema de Justicia en San José, a pesar del hervor de sangre que experimentaban sus venas ante la indiferencia social hacia una mujer pintora, pero a pesar de esas adversidad, de 1949 a 1954 recibió su educación artística al lado de maestros como Francisco Amighetti, Carlos Salazar Herrera, Margarita Bertheau, entre otros.

Su pintura y sobre todo la acuarela, poseía el encanto de una fuerte expresión producido por un trazo enérgico, expresionista puro, en tanto en los años de su crecimiento y juventud precisamente en Alemania se gestaba el movimiento de pintores influenciados por la obra de James Ensor y Edvard Munch, como los cuatro fundadores del movimiento expresionista conocido como “Die Brücke” (El Puente), Ernst Ludwig Kirchner, Erich Heckel, Karl Schmidt-Rottluff, a quienes se unieron posteriormente Max Pechstein, Otto Müller y, Emil Nolde. A este movimiento lo siguió el conocido grupo “Der Blaue Reiter” o Jinete Azul formado en Munich por Franz Marc, Vasily Kandinsky, y otros artistas tales como Paul Klee, con sus pensamientos de la espiritualidad en el arte.

Sin lugar a dudas estos son los principales referentes estilísticos de la pintura de Margarita, sin dejar de sentirse una fuerte carga de presencia poética y angustioso dibujos que fluía entre los empastes texturados o la transparencia acuosa que aprendió de Bertheau, Amighetti y Salazar Herrera. Me imagino que emoción la de esta artista cuando visitó los principales museos de arte de Estados Unidos y Europa y se encontró con un arte que ella admiraba, que ella sospechaba de su existencia, pero que no conocía hasta ese momento.